
Atresia y Microtia: comprensión y abordaje educativo de la pérdida auditiva conductiva permanente

Autor José Luis Verona Gómez
La pérdida auditiva conductiva permanente es un tipo de hipoacusia originada por alteraciones en el oído externo o medio que impiden la correcta transmisión del sonido hacia el oído interno. Entre las causas más relevantes destacan la microtia y la atresia auditiva, condiciones congénitas que pueden afectar de forma significativa la percepción auditiva y, en consecuencia, el desarrollo del lenguaje oral.
1. Tipos de pérdida auditiva
En términos generales, existen dos grandes categorías de pérdida auditiva:
Neurosensorial, causada por alteraciones en el nervio auditivo o en el oído interno.
Conductiva, resultado de malformaciones o bloqueos en el oído externo o medio que dificultan la conducción del sonido.
La microtia y la atresia pertenecen al segundo grupo y requieren una intervención tanto médica como educativa específica.
2. ¿Qué son la microtia y la atresia?

Microtia
El término microtia significa “oreja pequeña” y describe un subdesarrollo del pabellón auricular. Se clasifica en distintos grados según la forma y tamaño de la oreja. Con frecuencia se asocia a una atresia auditiva o a una estenosis del conducto auditivo (estrechamiento sin pérdida auditiva significativa).
Atresia auditiva
La atresia implica la ausencia del conducto auditivo externo, lo que provoca una pérdida auditiva conductiva. Aunque el oído medio y externo pueden estar malformados, el oído interno y el nervio auditivo suelen funcionar con normalidad.
Estas condiciones pueden presentarse de forma unilateral (en un solo oído) o bilateral. La incidencia estimada es de 1 caso por cada 10.000 nacimientos, siendo el 75 % unilateral. La pérdida auditiva resultante puede alcanzar los 60 dB HL, equivalente a una pérdida conductiva máxima.
En algunos casos, incluso el oído aparentemente “normal” puede presentar alteraciones auditivas adicionales, lo que refuerza la necesidad de evaluaciones audiológicas completas.
3. Asociación con otras condiciones médicas
La microtia y la atresia pueden formar parte de síndromes genéticos como Treacher Collins, Crouzon, Apert, Klippel-Feil o Pfeiffer. Además, se ha observado que:
Un 12 % de los pacientes presenta malformaciones cardíacas.
Un 8 % presenta alteraciones renales.
Existe un mayor riesgo de colesteatoma (crecimiento anómalo de piel en el oído medio).
Por ello, el abordaje debe ser interdisciplinar, implicando otorrinolaringólogos, genetistas, logopedas, y orientadores educativos.
4. Cirugía reconstructiva y sus resultados
La cirugía reconstructiva de la oreja busca mejorar la estética y, en algunos casos, la funcionalidad auditiva. Sin embargo, los estudios actuales indican que:
En casos unilaterales, la cirugía no garantiza una audición binaural eficaz ni beneficios claros sobre la intervención temprana.
En casos bilaterales, los resultados auditivos suelen ser inferiores a los obtenidos con sistemas de conducción ósea (BAHA).
Un BAHA implantado ofrece una ganancia auditiva de 10 a 15 dB, especialmente en frecuencias altas, fundamentales para la discriminación del habla.
En conclusión, la cirugía estética puede ser una opción complementaria, pero no sustituye el uso de dispositivos auditivos especializados.
5. Otras causas de pérdida conductiva permanente
Además de la microtia y la atresia, la pérdida auditiva conductiva puede deberse a:
Otosclerosis congénita o temprana, por calcificación de los huesecillos del oído medio.
Daños por colesteatoma.
Infecciones crónicas del oído medio que afecten el tímpano y la cadena osicular.
6. Opciones de amplificación y apoyo auditivo
El tratamiento audioprotésico se adapta según el tipo y grado de pérdida:
Audífonos convencionales: útiles si la pérdida no supera los 50 dB HL.
Audífonos CROS: no recomendados en edad escolar, ya que pueden interferir en la localización del sonido y comprensión en ambientes ruidosos.
Audífonos de conducción ósea tradicionales.
BAHA con banda blanda (recomendado en etapas iniciales).
BAHA implantado (Oticon Ponto, Cochlear, entre otros), que proporciona una audición más natural y estable.
7. Relevancia educativa y logopédica
Desde el ámbito escolar, los maestros especialistas en Audición y Lenguaje y el equipo docente deben tener en cuenta que estos alumnos:
Pueden presentar dificultades en la percepción del habla, especialmente en ruido o en la distancia.
Requieren un entorno acústico favorable (uso de sistemas de frecuencia modulada o micrófonos remotos).
Se benefician de estrategias visuales y apoyos multimodales (lectura labial, apoyos gestuales, pictogramas).
Necesitan un seguimiento audiológico y logopédico continuado.
Conclusión
La comprensión de la microtia y la atresia auditiva no solo compete al ámbito médico, sino también al educativo. Conocer sus implicaciones permite a los docentes ofrecer un entorno inclusivo, accesible y ajustado a las necesidades de cada alumno.
El trabajo coordinado entre familia, especialistas y escuela es clave para garantizar el pleno desarrollo comunicativo y académico de estos niños.
José Luis Verona Gómez
Maestro especialista en Audición y Lenguaje
Pedagogo especialista en Educación Especial.
verona@audicionylenguaje.es
