Por qué el desarrollo de habilidades auditivas es esencial para los niños con pérdida auditiva.
Mucha gente equipara un audífono o un implante coclear para niños con pérdida auditiva como alguien que necesita gafas para ver con claridad. Sin embargo, esta analogía no es la misma. A los niños con pérdida auditiva se les debe enseñar a escuchar con un audífono o un implante coclear. Sus cerebros necesitan que se les enseñe cómo dar sentido al lenguaje hablado y los sonidos ambientales que escuchan. Una vez que los niños que necesitan gafas se las ponen, sus cerebros pueden reconocer e identificar inmediatamente lo que ven.
El proceso en el que los maestros de Audición y Lenguaje y Logopedas enseñan a los niños a usar dispositivos auditivos para dar sentido a los sonidos verbales y no verbales se llama desarrollo de habilidades auditivas o comprensión auditiva. Este proceso debe comenzar con la intención. Las habilidades auditivas de los niños con pérdida auditiva no se desarrollan al mismo ritmo o de la misma manera sin una enseñanza intencional y específica. Los niños que usan audífonos e implantes cocleares necesitan escuchar el habla o los sonidos y darles un significado.
Considere a un niño en edad escolar que recibe un implante coclear después de usar audífonos constantemente durante varios años. Debido a la diferencia en la forma en que se emite el sonido con estos diferentes dispositivos (además de muchos otros factores), el niño no escuchará el habla y los sonidos de la misma manera que con los audífonos. Primero tendrá que detectar el sonido con los nuevos dispositivos. También necesitará escuchar los aspectos suprasegmentales, o la intensidad, la duración y la entonación del habla. Por ejemplo, es posible que no reconozca todas las palabras de una canción, pero puede reconocer la melodía. Con el tiempo también aprenderá a escuchar las palabras ya identificarlas en la canción, para poder cantar. En el camino, se necesitan profesionales que le enseñen estrategias para hacer esto. Y lleva tiempo. Con este ejemplo en particular, puede hacer este proceso más rápido porque primero ha aprendido a escuchar con audífonos y ha hecho algunas conexiones auditivas.
En lugar de la analogía de las gafas, usemos la analogía de un amputado que recibe una prótesis de pierna. Tan pronto como reciba la prótesis, no esperaríamos que saliera a correr una maratón. Esperaríamos que primero recibiera entrenamiento sobre cómo desarrollar sus músculos para aprender a caminar. Sin embargo, muchos esperan que los niños con pérdida auditiva "corran maratones" con sus dispositivos sin entrenar sus cerebros. En cambio, démosles la capacitación necesaria para desarrollar sus habilidades auditivas.
José Luis Verona Gómez.
Maestro especialista en Audición y Lenguaje.
Pedagogo especialista en Educación Especial.